"La ilusión de la aurora
y los besos,
se desvanecen.
Sólo queda en el desierto.
Un ondulado
desierto."
Federico García Lorca
Huellas de sangre por las paredes
Por la mañana
– Se acabaron las cárceles,
ya no hay más ladrones de corazones.
¡Dicen que el amor ahora es seguro!
Después por la noche....
Se oye una mujer sollozando,
suplicando justicia.
– ¡Reclamo mi caridad! –
y la ciudad se hizo un mar de lágrimas.
Un abanico de posibilidades hacia la muerte
se abrió
Y nunca se
cerró.
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